Resulta que quería desahogarme y contar un sueño que me inquieta. La otra noche me dormí sin sospecha alguna de lo que seria mi buñueliana noche, resulta que soñé lo siguiente:
Despertaba en un lugar muy extraño pero familiar a la vez, estaba tapado por un gran plumón y dormía en el suelo... de pronto me comienzan a llamar a desayunar, y yo le exigía a mi madre marraqueta con huevo, a lo que mi madre respondía que estaba loco, que comiera el tempura y arroz como todos los días... después al llegar al colegio me juntaba con amigos que nos gustaba el rock chileno o ch-rock (como le decíamos) yo alucinaba con lucibel y aparato raro, otros amigos les gustaba lucho jara o Myriam Hernández (de echo un amigo que se llamaba toshiro bajo imágenes del festival de viña por internet) también éramos fanáticos de los monitos chilenos, personalmente me gustaba cesante aunque a otros los atraía mas mampato en rapanui. Juntábamos también unas revistas que mandábamos a pedir directo a Chile (eran carísimas, pero valían la pena) condorito, cosas, etc. Tambien asistíamos al instituto japonés-chileno de cultura, donde aprendíamos el español, pero al estilo chileno (cachai, que bacan, chupalo rico, etc) de regreso en casa yo le decía que no fuera fome y que innovara y aunque fuera costosa y elitista la cocina chilena era rica y sana... vendía mi alma por una empanada o por una casuela, aunque la favorita eran los porotos con riendas. La cosa es que cuando me dirigía al japonés-chileno a ver un ciclo de Andrés wood...
PAF! Me despierto... era solo un sueño, y pensé en la patética vida de ese personaje japonés con el cual soñé, menos mal que volví a la realidad de mi vida.
Monday, June 20, 2005
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