te quiero...

Hasta un tachikoma tenia más alma que ese weon, se merecía que le sacaran la chucha, me daban ganas de saltar y pegarle una patada en la espalda y botarlo, una vez en el suelo hundir mi pie en sus costillas para después con una letal media vuelta descendente a la cabeza y nuevamente al suelo, en ese momento agarraría un mechón de ese asqueroso pelo grasiento para levantarle la cabeza y golpearlo hasta la inconciencia máxima, ahí vería su cara cubierta de carmín, ojos desorbitados entre que respirando y pidiendo por su vida y reiría, reiría hasta las lagrimas de felicidad... pero lo pienso un poco mas y no le puedo hacer eso a mi papá, así que voy al baño y le boto la bacinica que contiene un liquido ambarino parecido al caramelo ambrosoli donde flotan unos retazos de tela deshilachada... que en realidad es.. bueno... eee, mmm, el, la, eee, los, (acabo de tener un deja vu, de verdad) bueno, pongámoslos como una guantada del carámbano (o los pollitos del abuelo)